martes, 25 de febrero de 2020

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acabo de pelear con mi familia, mi madre está llorando...
no estoy bien conmigo mismo...
no estoy bien con Dios...
no puedo deshacerme de mis demonios....
no puedo despertar...
quiero que esto termine...
quiero encontrar la paz...



lunes, 24 de febrero de 2020

Adela

ya solamente eres un recuerdo,
tengo vagos recuerdos de ti,
lamentablemente la mayoría son malos recuerdos.
Ya tienes 11 años desde que dejaste de vivir, hoy serias una mujer de 33 años pero la vida, Dios, el destino, la naturaleza o todos no te permitieron hacerlo.
Pensé que ya no te amaba, pero aquel día que me enteré de tu muerte brotaron lágrimas de mis ojos, camino a casa sollocé y pasando por un puente me detuve en él para llorar.
Habría con regularidad mi correo esperando encontrar un mensaje tuyo diciendo, que si bien no querías formar una familia conmigo, al menos, querías ser mi amiga, jamás pensé recibir un correo avisándome de tu muerte.
No te guardo rencor a pesar de tus groserías, insultos y tu desprecio hacia mí, a pesar de las ofensas que me hiciste yo quería que tuvieras una vida larga y feliz, incluso oré a Dios por ti en algunas ocasiones; jamás pensé que morirías.
No sé porque te amé, algunas cosas simplemente no tienen explicación.
La última vez que te vi con vida nos encontramos por casualidad en la calle; era de noche mientras jugaba y me divertía con mis compañeros, me miraste con desprecio fijamente sin desviar la mirada entre el mar de gente, no sé cuánto tiempo estuviste molesta observándome en silencio, estaba concentrado cantando, aplaudiendo y bailando con mis camaradas que no me dí cuenta cuando te fuiste; jamás volví a verte.
Nunca lo supiste pero infringiste un gran cambio en mi vida, por ti abandoné la universidad para ya no seguir viéndote todos los días, entré en depresión encerrado sólo en mi casa, me uní a ese grupo de saltimbanquis que les gustaba cantar y danzar en las plazas y las calles con sus extraños instrumentos e ininteligibles cantos para alegrar mi existencia y olvidarme de mis penas.
A veces me pregunto qué estilo de vida tendría ahora si jamás te hubiera conocido: ¿sería un cocinero? ¿un policía? ¿estaría ahora casado con hijos? ¿tal vez un empresario? ¿quizá muerto como tú?
Borré todas tus fotos, y no me arrepiento de haberlo hecho, el mirarte me hacia daño.
No sé ni para qué escribo esto, aparte de mí nadie lo leerá, pero escribiré tu nombre por última vez:

SALR

viernes, 21 de febrero de 2020

Ya cumplí mis sueños ahora ¿Qué?

Mis sueños y anhelos por los que tan duramente he trabajado por tantos años al fin se han materializado, pero a veces, y sólo a veces, debemos de tener cuidado con lo que deseamos, alguna vez alguien dijo que las victorias pueden ser una prisión...He recobrado mi salud casi por completo, tratamientos e intervenciones quirúrgicas exitosas, titulado con honores de la universidad, después de mucho mucho tiempo he vuelto al trabajo que tanto disfrutaba pero ahora con más años encima y el grado de licenciado sobre mis hombros, el sólo caminar por los pasillos y vestir mi viejo uniforme me provocan mucha felicidad; ahora tengo mi propia casa, me he convertido en sabio pero---¿ahora qué?  a veces no nos damos cuenta que el camino o el trayecto es más divertido, emocionante y edificante que el destino en sí....

Espero salir de esta prisión, nuevas metas, sueños y anhelos deben ser cumplidos...